ALTERACIONES
GENETICAS HIPOACUSTICAS
La hipoacusia es
la pérdida parcial de la capacidad auditiva. Esta pérdida puede ser desde
leve o superficial hasta moderada, y se puede dar de manera unilateral o
bilateral dependiendo de que sea en uno o ambos oídos; esta pérdida puede ser
de más de 40 decibelios en adelante. Las personas con hipoacusia habitualmente
utilizan el canal auditivo y el lenguaje oral para comunicarse. Se
benefician del uso de auxiliares auditivos para recuperar hasta en un
20 a 30 % de la audición.
La
hipoacusia o sordera puede
clasificarse de forma cuantitativa (de
acuerdo a cuánto se ha perdido de la capacidad de audición), locutiva (vinculada al
lenguaje), etiológica (según
las condiciones etiológicas, es decir causas medioambientales o genéticas)
o topográfica (determinada
por el sitio donde se halla la lesión causante de la pérdida de audición).
hipo-prefijo
se usa para formar nombres y adjetivos con el significado de "debajo de" o "inferior"
Diferentes
tipos
Por su causa o
etiología
Hipoacusia genética o
hereditaria. La sordera
puede estar presente al nacer (congénita), o desarrollarse
posteriormente. Características genéticas de las hipoacusias hereditarias.
Hipoacusia genética. Generalidades
Se estima que la hipoacusia tiene una base genética en alrededor
del 80% de los
nuevos casos diagnosticados en los países desarrollados, ya sea
de causa directa o bien
influido por factores genéticos de predisposición .
Desde el punto de vista
genético la deficiencia auditiva puede clasificarse en:
• SINDRÓMICA
.La perdida auditiva se asocia con malformaciones del oído
externo o de otros órganos, o con problemas médicos que afecten a otros
sistemas del organismo. Aproximadamente el 30% de las hipoacusias hereditarias
se catalogan como Sindrómicas.
Principales sindromes asociados a la hipoacusia sindromica de acuerdo a su
modo de herencia y frecuencia.
Autosómica recesiva
Síndrome de Usher: es la causa más frecuente de sordera AR sindrómica, afectando al 3-5%
de los niños sordos, Consiste básicamente en 2 defectos
sensoriales: sordera congénita y el posterior desarrollo de retinitis
pigmentosa (RP) y ceguera.
Síndrome
de Pendred: es el segundo síndrome AR más
frecuente, atribuyéndose alrededor del 1-10% del total de afectados.Además de
la sordera congénita grave a profunda, se caracteriza por bocio eutiroideo, el
cual se desarrolla temprano en la pubertad (40%) o la adultez (60%).
Síndrome
de Jervell : ocupa el tercer lugar en
frecuencia, manifestándose en el 1% de los individuos sordos.
Consiste en sordera congénita y prolongación del intervalo QT en el
electrocardiograma, por lo que los pacientes tienen episodios de síncope, arritmias
tipotorsades de pointes y
muerte súbita.
Autosómica dominante
Síndrome de Waardenburg (SW): es la causa de sordera sindrómica AD más frecuente, presentándose en
el 2-5% de los niños con sordera. Las principales manifestaciones
clínicas son los grados variables de sordera sensorioneural, albinismo parcial
(presencia de poliosis o mechón despigmentado, aparición precoz de canas.
Síndrome
branquiootorrenal (SBOR): es el segundo síndrome más
frecuente, afectando al 2% de los niños sordos,Puede manifestarse con sordera
conductiva, sensorioneural o mixta en el 70-93% de los casos, asociada a
quistes o fístulas branquiales.
Síndrome
de Stickler::Clásicamente se manifiesta con sordera progresiva hasta en el 80%
de los casos, alteraciones oculares, dismorfias faciales y trastornos
esqueléticos
.
.
Ligado al cromosoma
X
Síndrome de Alport: se
presenta en el 1% de los niños sordos.Se caracteriza por sordera sensorioneural
progresiva de gravedad variable, glomerulonefritis que puede llevar a la
enfermedad renal crónica terminal y hallazgos oftalmológicos como retinopatía
en puntos y manchas.
• NO SINDRÓMICA
La hipoacusia no se asocia a malformaciones visibles del oído
externo ni a otros problemas médicos. Sin embargo puede asociarse a
malformaciones del oído medio o interno La primera descripción, del origen
genético de una sordera no sindrómica, fue realizada en el siglo XVI por
Johannes Schenck.
Genes
más frecuentemente relacionados con la sordera congénita no sindrómica, de
acuerdo con su modo de herencia.
Autosómica recesiva
GJB2: este gen de un
solo exón codifica la gap junction protein β-2 (GJB-2) o conexina
26. Hasta la fecha se han identificado más de 220 mutaciones en este gen, las
cuales presentan variación en su frecuencia dependiendo de la población
estudiada (ver Epidemiología)28. Se sabe, además, que el número
de personas sordas que portan solo una mutación en GJB2 es
mayor de lo esperado, lo que se explica por una alteración compuesta, con 2
deleciones que involucran a este gen y GJB6 (conexina 30).
SLC26A4 :
es la segunda causa más frecuente; se ubica en el locus DFNB4. Como se explicó,
mutaciones en dicho gen pueden causar el síndrome de Pendred, así como sordera
no sindrómica con ensanchamiento del acueducto vestibular
MYO15A (myosin XVA): ubicado
en el locus DFNB3, causa sordera congénita grave a profunda.
OTOF (otoferlin): mutaciones en este gen, que se ubica en el locus DFNB9, causan sordera prelingual que se puede acompañar de neuropatía auditiva en la mitad de los casos con mutaciones en ambos alelos.
CDH23 (cadherin-related 23): las
mutaciones en este gen pueden causar tanto el síndrome de Usher tipo 1D como
sordera no sindrómica progresiva en el locus DFNB12.
TMC1: derivada de la abreviatura en
inglés de transmembrane channel-like gene 1,
es responsable de una parte importante de casos de sordera prelingual grave a
profunda en poblaciones consanguíneas
Autosómica dominante
WFS1 (Wolfram syndrome 1, wolframin): ubicado en el locus DFNA6/14/38, sus mutaciones pueden causar tanto
sordera sensorioneural de baja frecuencia como el síndrome de Wolfram.
COCH (coagulation factor C homolog, cochlin):
descrito en el locus DFNA9, codifica la cochlina, que es una proteína de la
matriz extracelular que se encuentra en el limbo y ligamento espiral, así como
en la membrana basilar. Las 7 mutaciones descubiertas son
con sentido erróneo, de las cuales 6 se ubican en el dominio LCCL de la
proteína, produciendo sordera progresiva de inicio tardío asociada a deterioro
vestibular, lo que es bastante característico.
GJB2: las mutaciones dominantes en
GJB2 han sido descritas predominantemente en población caucásica. Cerca de la
mitad de ellas produce sordera de forma aislada, mientras que el resto causan
sordera acompañada de trastornos.
TECTA (tectorin alpha): las
mutaciones en este gen pueden causar sordera de herencia dominante o recesiva.
Codifica la proteína alfa-tectorina, que es uno de los mayores componentes no
colagenosos de la membrana tectorial.
Ligada al cromosoma X
POU3F4 (POU class 3 homeobox 4): ubicado en el locus DFNX2, las mutaciones en este gen pueden causar
sordera sensorioneural o mixta, que puede estar asociada con displasia de
Mondini, hipoplasia coclear y/o fijación del estapedio.
Hasta el momento se han descrito más de 100 loci causantes de
sordera no sindrómica
• 57 loci genéticos de hipoacusias autosómicas recesivas
(designadas con las siglas DFNB más su número de orden)
• 49 loci de hipoacusias autosómicas dominantes (siglas DFNA más
número de orden)
• 5 loci de hipoacusias
ligadas al X (siglas DFN más número de orden)
A la hora de plantear el estudio de las hipoacusias hereditarias
resulta fundamental estar familiarizado con 4 conceptos genéticos clásicos
característicos de las mismas:
Penetrancia incompleta: sólo un porcentaje de los individuos portadores del gen
alterado manifiesta la enfermedad. Por ejemplo, sólo desarrollan hipoacusia el
60% de los individuos portadores de una mutación en heterocigosis en el gen
PAX3 (síndrome de Waardenburg tipo 1 y tipo 3)10.
Expresividad variable: la severidad de las manifestaciones clínicas difiere entre
individuos portadores de una misma mutación. Por ejemplo, los individuos
portadores de una mutación en heterocigosis en el gen WFS1 pueden presentar
como único síntoma una hipoacusia perceptiva poslocutiva moderada11, o por el
contrario manifestar otros signos característicos del síndrome de Wolfram
(diabetes mellitus y/o atrofia óptica)12.
Heterogeneidad genética: mutaciones en genes diferentes pueden producir una misma
manifestación clínica. De hecho, se conocen al menos 30 genes capaces de
producir una hipoacusia prelocutiva no sindrómica de herencia autosómica
recesiva (GJB2, GJB6, OTOF, TECTA, MYO7A, etc.)8.
Heterogeneidad alélica: una misma mutación puede dar lugar a enfermedades diferentes.
Por ejemplo, la mutación recurrente 35delG en el gen GJB2 (conexina 26), puede
ocasionar una hipoacusia no sindrómicAR (DFNB1), no sindrómica AD (DFNA3), o un
síndrome con manifestaciones cutáneas, vasculares o tiroideas2.
El
diagnóstico certero de la causa genética de la hipoacusia en un paciente
provee
información del pronóstico y la evolución de su enfermedad,
y resulta
esencial para el consejo genético del afectado y su familia.
Debido al
amplio número de genes implicados en la patología, para
proceder
a su análisis se requiere:
•
Construcción del árbol genealógico de la familia: se debe
prestar
atención a la presencia de otros afectados. El mismo debe incluir
los
estudios correspondientes a cada uno de ellos.
• Examen
clínico: todo individuo hipoacúsico debe ser evaluado en
busca de
rasgos asociados a hipoacusia sindrómica, como ser hendidura
branquial,
quistes o fístulas, hoyuelos o mamelones preauriculares,
hipertelorismo.
Los
afectados con hipoacusia progresiva deben ser evaluados
para el
Síndrome de Alport (caracterizado por la afección renal, coclear y
ocular),
el Síndrome de Pendred (caracterizado por desarrollar hipoacusia
neurosensorial
bilateral severa a profunda, generalmente congénita,
disfunción
vestibular, anormalidades del hueso temporal y bocio eutiroideo),
• Datos
audiológicos: Las audiometrías deben ser analizadas no sólo
con
respecto a la severidad de la afección, sino teniendo en cuenta a
las
frecuencias que afectan y su evolución en el tiempo. Las hipoacusias
repentinas
o rápidamente progresivas deben ser analizadas en el
§
Tratamiento
el conocer la causa de la sordera puede resultar útil en la toma
de decisiones terapéuticas. Así, por ejemplo, los pacientes con hipoacusias
secundarias a mutaciones en los genes GJB2 o GJB6 se benefician más de los
implantes cocleares que los pacientes con hipoacusias hereditarias sin
mutaciones en estos genes, siendo los resultados de la implantación
habitualmente excelentes32,33. Los pacientes con hipoacusias hereditarias con
predominio en tonos agudos y medios, estables a lo largo del tiempo (por ejemplo,
determinadas mutaciones en el gen TECTA), pueden ser buenos candidatos al uso
de implantes cocleares más cortos, apoyados por audífonos34.
Hipoacusia adquirida. Producida
por factores ambientales durante el embarazo (prenatales), en el momento del
parto (perinatales), o después del nacimiento (postnatales).
Prenatales
Infecciones: se
previenen con inyecciones y medicamentos. Una de ellas es la provocada por la
rubéola, toxoplasmosis (carne cruda), sífilis.
·
Tóxicos: alcohol en la madre,
retinoides (raocutan), diuréticos (insuficiencias renales), antipalúdicos
Perinatales
·
Parto pretermino
·
Bajo peso
·
Ventilación mecánica
·
Infección generalizada (Septis)
·
Hipoxia-isquemia perinatal
·
Hiperbilirrubinemia.
Postnatales
·
Infecciones
Virus
Bacterias
·
Ototóxicos
Antiinflamatorios (aspirina)- antibióticos-quimioterápicos-
diuréticos.
·
Ruidos
Traumatismo acústico: lo provoca un ruido breve a alta
intensidad (bala,…), un ruido superior a 140 dB.
Exposición prolongada: ruido a
volumen alto durante mucho tiempo, la mayoría de la hipoacusias por exposición
prolongada no son recuperables.
Hipoacusia idiopática A
veces el origen de la sordera no se puede identificar, siendo de causa
desconocida en aproximadamente una tercera parte de los casos.
Ø
Por la
localización de la lesión
Hipoacusias conductivas o de transmisión
Hipoacusias neurosensoriales o de
percepción
Hipoacusias mixtas
Hipoacusia Central
Ø Por el
momento de aparición de la pérdida auditiva
En relación al desarrollo del lenguaje:
Hipoacusias prelinguales
Hipoacusias perilinguales
Ø Por el
grado de la pérdida auditiva
El grado de pérdida auditiva viene indicado por el nivel de audición, la
gravedad de la lesión que se padece, pero sólo en términos audiológicos
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